“En mi soledad he visto cosas muy claras, que no son verdad”
Antonio Machado
Desde el momento en que empezamos a experimentar la vida, nos damos cuenta de que hay muchas maneras de equivocarnos y que puede ser muy complicado encontrar la verdad. Al entender cómo funciona la mente humana, vemos que quizás esta sigue teniendo un funcionamiento óptimo para la sabana africana y que para la vida contemporánea no es del todo eficaz ni nuestra manera natural es la óptima para procesar información. ¿Cómo sé entonces si lo que se me acaba de ocurrir es verdad o es la opción idónea? El hecho físico tiene una manera de ser demostrado, un método ordenado y claro llamado método científico cuya función probatoria es la experimentación, pero ¿cómo hacemos esto con las ideas que esencialmente son símbolos abstractos? Podemos imaginar que somos el producto de un creador, por ejemplo, que la esencia del hombre es mala o buena o cantidad de otras ideas insustanciales, carentes de un cuerpo físico.
El método que se emplea para llegar a conclusiones verdaderas manejando las ideas abstractas se llama dialéctica. Haciendo uso de las palabras, confronta unas ideas con otras hasta llegar a conclusiones: tesis + antítesis = síntesis. Aunque la denominación es griega y fue ampliamente utilizada por los filósofos clásicos, también fue la herramienta principal usada por el maestro Gautama. De modo que la estructura de las cuatro nobles verdades y el óctuple sendero no solo nos presentan conclusiones sobre la naturaleza de la aflicción y su superación sino que también nos ofrece por su estructura una técnica dialéctica para manejar la realidad que hay en las cosas. Probablemente al incorporarse el concepto de Anatta se puede incorporar a la dialéctica el principio de materialismo en el que entendemos que la materia es la realidad última, dejando así atrás una enorme cantidad de argumentos basados en pensamiento mágico, falacias y disrupciones cognitivas sobre la naturaleza de la realidad.
El maestro Gautama formula las cuatro nobles verdades usando esta estrategia de pensamiento y estas son:
La verdad sobre la realidad del sufrimiento. Que el sufrimiento existe podría parecer una obviedad, pero si nos ponemos en el contexto de su tiempo, vemos que había un gran debate sobre la naturaleza de la realidad misma por lo era lógico que el Buda se planteara primeramente si el sufrimiento existe como tal.
Las causas que generan el sufrimiento son el deseo, el apego y la aversión que podrían interpretarse como ansia o ambición, adicción o pasión y rechazo o resentimiento.
Es posible cesar el sufrimiento ya que es nuestra actitud interior ante el dolor lo que lo determina y podemos intervenir en nuestras emociones.
Esto es posible haciendo un cambio profundo en nosotros mediante ocho puntos generales que generan sabiduría (un entendimiento realista de la vida) y compasión (amor incondicional y no posesivo a todos los seres vivos). A estos ocho puntos lo llamamos el noble óctuple sendero.
EL NOBLE ÓCTUPLE SENDERO es un método para tratar de llevar una vida eficaz, serena y ecuánime.
Visión correcta: Tener una visión realista del mundo en el que vivimos para poder ponernos en contexto real. Sin esto no es posible llevar a cabo el entendimiento de uno mismo, lo cual nos llevaría a tener una visión sesgada tanto del mundo como de nosotros mismos. Probablemente requiera estar constantemente actualizándonos en lo posible.
Emoción y pensamiento correcto: Distinguir entre emociones y pensamientos positivos o virtuosos que generan alegría y amor o emociones y pensamientos negativos que cultivan tristeza, ira o miedo. A veces alguno de estos pensamientos invade nuestra mente. Debemos entonces distinguir si se trata de una emoción positiva o negativa. Si este nos genera dolor, apego o aversión podemos usar la estrategia de preguntarnos ¿estoy seguro? ¿Qué estoy haciendo ahora? Podremos así establecer cuál es la naturaleza de nuestra emoción y nos propiciará trabajarla, entendiendo que pensamientos y emociones no son más ni menos que fenómenos mentales.
Palabra correcta: Trabajar la expresión oral (o escrita) para ser precisos, educados, honestos y sinceros. Ya que el lenguaje nos vincula de manera inmediata con los demás, debemos tratar de no dañar a los demás gratuitamente. Se atribuye a Sócrates un método de tres filtros que aplica esto perfectamente. ¿Lo que vas a decir es verdad? Si no estás seguro, no contribuyas a extender rumores. ¿No hace daño a nadie? Y el tercero, ¿es bueno para alguien?
Acción correcta: Evitar acciones que puedan dañar a otros seres vivos o al medio ambiente y en su lugar actuar con compasión y respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
Modo de vida correcto: Buscar un modo de vida que sea ético y beneficioso para uno mismo y para los demás, en el que nuestros hábitos, rutinas y trabajo estén en línea con nuestras propuestas éticas.
Esfuerzo correcto: Dirigir nuestros esfuerzos hacia el cultivo de emociones y pensamientos positivos y el abandono de emociones y pensamientos negativos.
Atención correcta: Vivir plenamente en el presente, prestando atención a nuestro cuerpo, emociones, pensamientos y acciones en el momento presente para poder actuar de manera consciente y no impulsiva.
Concentración correcta: Desarrollar la capacidad de concentración a través de la práctica de la meditación, para poder ver las cosas con claridad y comprender la verdadera naturaleza de la realidad.En la técnica de la meditación se encuentra encriptada el entendimiento budista de que es y cómo funciona la mente y como relacionarnos con lo que allí ocurre. Un espacio amplísimo donde surgen fenómenos mentales llamados pensamientos o emociones que en la meditación tradicional se identifican como nubes que pasan en aras del sosiego.
En resumen, el noble óctuple sendero es una guía para llevar una buena vida plena y satisfactoria, basada en la sabiduría, la compasión y la ética.
Hui Han Shakya